Por su parte el recién electo Lobo Sosa, que busca su legitimidad viajó en un vuelo privado a San José, Costa Rica, con una “avanzada” de políticos, encabezada por Elvin Santos, Bernard Martínez y Felícito Ávila, el alcalde capitalino Ricardo Álvarez, y el asistente Reynaldo Sánchez para tener un diálogo con Arias y Martinelli, que le informarían sobre la posición de la comunidad internacional en cuanto al restablecimiento de las relaciones con Honduras.
Arias explicó que la petición de la comunidad internacional es que se cumplan los puntos fundamentales del Acuerdo de Tegucigalpa-San José como requisito para otorgar el reconocimiento oficial al nuevo Gobierno.
Arias y Martinelli señalaron la necesidad de que Lobo integre un Gabinete de Unidad Nacional, que se habilite una amnistía política y que deje el poder el dictador Roberto Micheletti.
“Al pueblo hondureño no se le puede castigar más. No quiero que Honduras sea la Albania de Centroamérica, aislado por todo el mundo, dijo Arias. Según declaraciones en San José, Lobo señaló que su esperanza es que “mucho antes” del 27 de enero “todo llegue a la normalidad y se cumplan los puntos del Acuerdo”, incluido el de la constitución de un Gobierno de reconciliación en que no estén “ni uno ni otro”, en referencia a Micheletti y al depuesto presidente Manuel Zelaya.
El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, visitará mañana al presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, a quien le pedirá que medie en la crisis política hondureña. Lobo llegará a Santo Domingo después de visitar San José, donde se reunió con los presidentes de Costa Rica, Óscar Arias, y Panamá, Ricardo Martinelli, como parte de una gira que busca reconocimiento internacional.
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