El Presidente Luis Inacio Lula de Silva se mostró el domingo decidido a no cambiar de postura sobre la exigencia, previa a las elecciones de restituir la legalidad constitucional en la nación centroamericana. Mientras tanto el ministro de Exteriores de Portugal, Luis Amado, reconoció las “dificultades” para que los países Iberoamericanos logren un consenso sobre la situación política de Honduras.
“Esa divergencia coloca algunas dificultades a la posibilidad de un consenso para una declaración sobre la situación de Honduras”, manifestó el canciller luso, que participa en la primera jornada de
Países como Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela están en contra de legitimar los comicios y exigen antes la restitución de Zelaya en el poder. Por su parte el titular español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo hoy en rueda de prensa que España no reconoce los comicios del domingo en Honduras, pero tampoco los ignora, y que considera que el vencedor en las urnas, Porfirio Lobo, “tendrá algo que decir” y será “un nuevo actor” en el diálogo con Manuel Zelaya.
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