En la misiva, la WAN lamenta el "alarmante aumento de violencia contra periodistas en Honduras" desde el golpe de Estado de junio de 2009, en el que fue depuesto el entonces presidente Manuel Zelaya, e instó al Gobierno a no dejar impunes a los agresores.
Los dos últimos periodistas asesinados trabajaban para un canal de televisión en la provincia oriental de Olancho y murieron durante un tiroteo contra el vehículo en el que viajaban, a 200 kilómetros de la capital, Tegucigalpa.
Otros tres profesionales de la información perdieron la vida durante el mes de marzo y una periodista (Carol Cabrera) más resultó herida en uno de los ataques, indicó la organización.
En la carta, WAN recordó a Lobo que es el deber del Estado mantener la seguridad para que los periodistas puedan ejercer su profesión "sin estar expuestos a actos de violencia".
Según su información corporativa, la WAN agrupa a 18.000 publicaciones, 15.000 páginas web y a más de 3.000 empresas en más de 120 países.
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